Serie – Vida nómada

Por Óscar Iván Pérez H. / Instagram: @oscarivanperezh.

En febrero de 2021 salí a recorrer Colombia con la idea de convertirme en un nómada digital, en alguien que viaja y trabaja al mismo tiempo, pero durante los dos primeros meses solo fui un mochilero. Un viajero a secas. En abril las cosas cambiaron: conseguí un empleo que me permite trabajar de manera remota desde el lugar en donde esté y a la hora que quiera. En esta serie cuento qué pasa en mi interior a medida que me adentro más en la experiencia y descubro qué es lo que estoy haciendo. Lo que veo y lo que hago lo comparto en redes sociales.

0. Volver a la vida sencilla (prólogo)

Desde hacía años quería contar la historia de mis días de estudiante de inglés y de cleaner en Australia, pero solo cuando volví a la vida sencilla, a las raíces, a lo fundamental, pude encontrar la disposición mental y espiritual para hacerlo. Convertirme en nómada es un intento por recobrar la satisfacción vital que sentí cuando fui un inmigrante austral sin mayores pertenencias ni responsabilidades.

1. Otros rumbos

Como a muchos, la pandemia me desbarató los planes que tenía para los años siguientes. Viajes, estudio y trabajo se vinieron abajo. Pero el 2020 también me invitó a repensarme y a buscar un estilo de vida con el que me sintiera más satisfecho. En esta entrada cuento las circunstancias que desembocaron en el experimento que estoy realizando este año (y quizás el otro y el otro).

2. Dejar atrás

Cerrar el apartamento en donde viví durante casi seis años me generó una tristeza profunda que no anticipé pero que me permití sentir plenamente. No solo estaba entregando un espacio significativo para mí, sino cerrando una etapa de vida como docente e investigador que había pensado sería para siempre. Dejé el trabajo estable y rutinario de la academia por una vida incierta y cambiante como nómada digital.

3. Nómadas digitales: un estilo de vida para el siglo XXI

Tradicionalmente, viajar y trabajar han sido verbos opuestos. Salvo contadas excepciones, quien viaja disfruta de días libres y quien trabaja renuncia al movimiento. Pero las cosas están cambiando. Los nómadas digitales han logrado fusionar ambas acciones. En esta entrada te cuento quiénes son y cómo me fue en el primer semestre de nomadismo. 

4. Viajar distinto

La vida nómada me ha dado algo que nunca había tenido: tiempo indefinido de viaje. Ahora que me muevo por Colombia sin tiquetes de retorno y sin el afán de unas vacaciones o un puente que se acaba, viajo lento, sin agenda y con ganas de descubrir qué hay en esos territorios que las guías turísticas dejan sin marcar.

5. Primer año de vida nómada

Hace exactamente un año empecé un experimento conmigo mismo que me ha traído experiencias y aprendizajes fascinantes. Renuncié a un lugar fijo de residencia y a un trabajo presencial para darme la posibilidad de hacer lo que quería realmente: viajar sin esperar a que lleguen los días libres, trabajar desde el lugar en donde me encuentro y entablar nuevas amistades. Ahora, con un año a cuestas, puedo decir que tomé la decisión correcta y que me siento más vivo que nunca. ¿Todo ha sido perfecto? Evidentemente no, pero ha sido tan satisfactorio que voy emocionado por otro año de vida nómada.

6. Aprender a escuchar y jugar con el sonido

Los podcasts han despertado en mí un sentido que tenía dormido. Un sentido que utilizaba para entender el mundo, pero no para apreciar su belleza y complejidad. Desde que me obsesioné con los podcasts he aprendido a escuchar el entorno que me rodea en vez de solo verlo (y probarlo y olerlo y tocarlo, en el mejor de los casos). Ahora camino por las calles de pueblos y ciudades tratando de identificar los sonidos que las hacen únicas y me adentro en la naturaleza para apreciar las sinfonías que componen los cantos de las aves, el chirriar de los insectos y el correr de las aguas de un río.

7. Equipaje para una vida nómada

Todo lo que cargo, lo uso, y todo lo que no uso, lo dejo. Así de simple es el principio que aplico para cualquier ítem de mi equipaje. Y debe ser así porque tengo una capacidad de carga bastante limitada. Apenas llevo una maleta en el pecho con 10 kilos de tecnología y una mochila en la espalda con 22 kilos de todo lo demás. Físicamente no tengo cómo cargar más: me muevo a pie y en transporte público. Tampoco siento la necesidad de hacerlo. El viaje me ha ayudado a desprenderme de lo accesorio y a descubrir lo esencial.

8. La guía del nómada digital: todo lo que necesitas saber para comenzar tu vida de trabajo y viajes, por Óscar Iván Pérez H. y ChatGPT

Ser un nómada digital no es solo un estilo de vida, sino una forma de ver el mundo y aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología. Es una forma de trabajar y viajar al mismo tiempo, disfrutando de la libertad y flexibilidad que ofrece el trabajo remoto. Sin embargo, es importante recordar que también conlleva desafíos y responsabilidades, como la necesidad de establecer una buena conexión a internet y un lugar seguro para vivir. Con esta guía, esperamos darte las herramientas necesarias para comenzar tu propia aventura como nómada digital. ¡Buen viaje!

Peces es un laboratorio creativo que explora y difunde narrativas digitales en el que puedes publicar tus trabajos. Envíanos tus propuestas al correo electrónico pecesfueradelagua@gmail.comSi te gusta lo que hacemos, comparte nuestras entradas con tus amigos y síguenos en FacebookInstagram y Twitter.

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