Los mejores 56 álbumes de 1965 al 2020
Cómo la cuarentena me llevó a escuchar discos enteros en la búsqueda del soundtrack de mi vida.
Desde que tengo memoria mis recuerdos vienen atados a la música. Soy una persona que no se acuerda qué comió la noche anterior ni a qué sabía, y tampoco los nombres ni de la caras de personas que se supone que tiene que conocer. Sin embargo, admito que tengo una memoria musical que a más de uno puede que le dé envidia.
Cuando era niño, el 80% de las mesadas que recibía me las gastaba en música. Podían pasar meses sin que gastara un peso, solamente viendo los billetes y monedas acumularse mientras pensaba en el próximo CD que iba a comprar. De ahí adjudico cualquier hábito que tenga hoy en día relacionado con el ahorro, de mi pasión por la música, y así fue como logré llegar a tener una colección de más de 600 CDs antes de los 18 años.
Últimamente me cuesta mucho seguir lo que está de moda. No es por sonar «viejo», pero los artistas de hoy en día sacan una canción cada mes y medio, y ni siquiera la pandemia los ha frenado. La velocidad de los lanzamientos musicales es vertiginosa, lo cual seguramente afecta su calidad, pero es —asumo— lo que el mercado está pidiendo. La canción para el perreo de este bimestre, la del DJ para los festivales de verano y la de la coreografía para TikToks. Se me escapan todos estos cambios, pero debo decir que tampoco soy inmune a esta inmediatez. Ahora, a diferencia de mi época de fanatismo con los CDs, escucho música en Spotify. Voy a la canción que quiero y después a la siguiente, y a veces en el afán de descubrir nuevos artistas escucho simplemente sus canciones más reproducidas. Intento apuntar a las primeras, a las que escuchan las masas, y así veo si creo que la marea tiene razón o no. Otras veces pruebo a ver si tal vez encuentro un tema que escuché de rebote en un Uber (¿cuál sería el verbo que significa “de reojo” pero no de ver, sino de escuchar? Eso es lo que hago, y mucho).
El rito del CD
Me acuerdo del deleite que era el rito de comprar un disco nuevo. Romper el papel celofán en el que venían envueltos, abrir la caja, sacar el librillo, ponerlo en el equipo y darle play. Cuando lo hacía sentía que había algo especial en esa primera canción. Me detenía a pensar en que esa era una decisión del artista y la disquera y que seguramente tenía que significar algo. Hay mil historias de peleas y discusiones entre disqueras y artistas para decidir cuál iba de primera, cuál era el sencillo —en la época de los vinilos cuáles iban en el lado A y cuáles en el lado B— y cómo debía terminar el disco. Cómo olvidar además que cada álbum venía con su arte original, fotos, letras y, algunos de los más innovadores, con regalos escondidos o “easter eggs”. Y ni hablar de las portadas y contraportadas alucinantes que eran parte esencial del álbum, y que ahora a duras penas fueron reemplazadas por un thumbnail sin emoción en Spotify o Deezer.
El proyecto imposible
Es así como en el contexto de la cuarentena y en un arranque de nostalgia y sobre todo por contar con un poco más de tiempo que antes, decidí retomar una de las actividades que tal vez más he disfrutado en mi vida: escuchar discos completos. Sí, eso hice. Me senté a escuchar álbumes enteros, 8 a 14 canciones del mismo artista sin adelantar siquiera unos segundos. Y, como al parecer tenía más tiempo de lo que pensaba, me puse a hacer un ranking con reglas inventadas por mí mismo para poder encontrar cuál era el álbum de cada año entre 1965-2020 que había tenido un impacto en mi vida.
¿Por qué uno de cada año y no todos los que yo hubiera preferido? La verdad no lo sé, pero les aseguro que el ejercicio fue mucho más interesante de esta manera, porque además de sólo incluir un álbum por año, decidí que no podía repetir artistas en el ranking para obligarme a escuchar aún más música. Quise descubrir y redescubrir álbumes y debatir internamente si un álbum por el mismo artista con tal vez una canción que me gusta más, pero otras menos relevantes, debería estar en el ranking y hacerme barajar de nuevo.
Como todo ranking, hay un altísimo grado de subjetividad y arbitrariedad y mi intención con éste no es iniciar discusiones sino que los lectores me compartan los suyos y así yo siga descubriendo aún más música. En esta primera entrega de cinco, comparto con ustedes los álbumes que seleccioné de 1965 a 1974. Debajo de cada elección, van a poder ver un par de comentarios sobre cada uno de ellos, algunas menciones de honor y álbumes que había que mencionar sí o sí. No sé si porque fue la primera década, o por qué, pero desde ya les digo que estos primeros diez años fueron, para mí, los más difíciles para escoger.
Pongan play y acuérdense de no adelantar las canciones.
1965
The Beatles- Help
¿Por qué Help y no Rubber Soul? Difícil desempate que decidió “I’ve Just Seen a Face”.
Mención de honor para My Generation de The Who y Wanted Dead or Alive de Joe Cuba.
1966
The Rolling Stones- Aftermath
¿Por qué los Stones y no los Beatles si ese año sacaron Revolver? Porque no se podía repetir y hay que tomar decisiones. Además, Paint it Black y Under my Thumb.
1967
The Jimi Hendrix Experience- Are you Experienced?
Un disco perfecto en uno de los mejores años en la historia de la música. Hendrix necesitó muy poco para cambiar la historia del rock y los primeros 2 minutos y 51 segundos con Purple Haze nos lo dejaba saber.
Menciones de honor para el debut de The Doors; Jefferson Airplane con dos discazos; Cream con Disraeli Gears y los Stones con Their Satanic Majesties Request y Beggars Banquet.
1968
The Doors -Waiting for the Sun
Tal vez el disco con menos hits de The Doors y tal vez más subvalorado. Unknown Soldier y Love Street, fueron, son y serán de mis canciones favoritas. La guitarra flamenca de Robbie Krieger en Spanish Caravan es alucinante para un álbum de Rock.
Discos Involvidables: Lady Soul de Aretha Franklin, el White Album de los Beatles y Bookends de Simon and Garfunkel y The Jimi Hendrix Experience- Electric Ladyland.
1969
Led Zeppelin-Led Zeppelin II
No se puede vivir sin oír el solo de guitarra de Heartbreaker.
Otro año donde había tanto de dónde escoger…. Abbey Road, Tommy de Who, Crosby Stills Nash con CSN, Creedence con Green River, Sly and the Family Stone con Stand.
Nota al margen tropical: Hay que oir Guisando de Willie Colón con Hector Lavoe.
1970
Black Sabbath- Paranoid
Mi consejo en este disco es ir más allá de War Pigs, Paranoid y Iron Man. El sabor está en Planet Caravan y Hand of Doom.
Otros que escuché hasta el cansancio: In Rock de Deep Purple; Let it Be de los Beatles; Led Zeppelin III; Cosmo’s Factory de Creedence; Tea for the Tillerman de Cat Stevens; Bridge Over Troubled Water de Simon and Garfunkel.
1971
Jethro Tull-Aqualung
Además de poner la flauta de onda antes que Lizzo, Ian Anderson es un maestro de la guitarra acústica.
Del 71 son: Led Zeppelin IV que es tan bueno que ya está trillado; Madman Across the Water de Elton John; Tapestry de Carole King; Pieces of a Man de Gil Scott-Herron; L.A. Woman de The Doors; Honky Dory de Bowie; y el Bestial Sonido de Richie Ray y Bobbie Cruz.
1972
David Bowie- Rise and Fall of Ziggy Stardust
¿Es Ziigy Stardust Bowie, o Bowie Ziggy? Genialidad pura.
Mención de honor: Machinehead de Deep Purple; Transformer de Lou Reed; Talking Book de Stevie Wonder; y Our Latin Thing de la Fania.
1973
Pink Floyd- Dark Side of the Moon
Este es, creo yo, el álbum favorito de mi vida. Es absolutamente perfecto.
Después del Dark Side hay discos buenos pero a un abismo de distancia: Goodbye Yellow Brick Road de Elton John; Pronounced Leh-Nerd-Skin-Nerd de Lynyrd Skynyrd; Band on the Run de Wings; Confesiones de Invierno de Sui Generis y Lo Mató de Willie Colon y Hector Lavoe.
1974
Celia & Johnny de Celia Cruz y Johnny Pacheco
“Quimbara” puede ser de los primeros recuerdos salseros en mi cabeza.
Mención a un álbum brasilero que es indispensable para entender a nuestros vecinos: A Tabua de Esmeralda de Jorge ben Jor y al Sheer Heart Attack de Queen.
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4 respuestas a “La vida es un álbum, no un single (Parte 1/5)”
[…] la entrega pasada, la Parte 1 de La vida es un álbum no un single, les compartí mis álbumes favoritos de 1965 a 1974. En esta segunda entrega que va […]
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Comparto su pasión por el álbum, Para mi con los casetes era muy difícil separar y hacer los primeros “playlist”… por eso siempre escuchaba el álbum completo. Los primeros eran pasados a cinta por alguien que tenía el LP o que nos prestaban o intercambia sólo para grabar, al otro día (sin falta) se devolvía todo el préstamo….ya que muy sabiamente existía el dicho (como con los libros) “no se sabe quién es más tonto, el que presta el disco o el que lo devuelve”. Cuando no había suficiente confianza se le entregaba al poseedor del tesoro una caja de Casetes (TDK, Pionner, Sony o si eras millonario BASF) para que se dignará realizar tan delicada misión, ya que eso implicaba escucharlo nuevamente, girar el disco, darle vuelta al casete o regrabar en la otra cara si la canción no quedó completa.
Un álbum debe contar con un motivo, estilo y una continuidad que los artistas tuvieron que sentir y debatir incluso dejando canciones por fuera, o porque no eran para ese LP o por temas técnicos de tiempo si van en la cara A o B. Esa integridad y continuidad del álbum también narran historias (Como The Wall – Pink Floyd) o las narran en la mente, o solo estados de ánimo, como montañas rusas; incluso hoy en día al escuchar una canción muchas veces ya sabe que canción seguía.
Me puso a oír un montón de música, no puedo decir del todo que escuchaba ya que lo hacía durante mi trabajo; pero las sensaciones iban marcando la pauta. También debí desempolvar (en Spotify jeje) muchas cosas…aunque algunas si las tengo en casete, vinilo y/o CD.
1965
The Who – My generation
De acuerdo que HELP – The Beatles es el mejor del 65, sin embargo esa escogencia cambia muchas cosas de aquí en adelante ya que en mi concepto el mejor álbum The Beatles es el Blanco. Por lo tanto pongo a THE WHO aquí; de acuerdo con las menciones de honor.
1966
The Rolling Stones- Aftermath
También de acuerdo, incluso como álbum y continuidad emocional Aftermath, en mi apreciación está por encima de Revolver (The Beatles). Como menciones de honor estarían Fresh Cream de Cream (con ese sólo novedoso de batería en la última canción) y Freak Out! – Frank Zappa And The Mothers Of Invention un álbum donde se encuentra toda esa psicodelia que primero conocí con el Piper at the Gates of Down de Pink Floyd, pero que posteriormente descubrí lo hizo antes Frank Zappa y TMOI.
1967
The Jimi Hendrix Experience- Are you Experienced?
Poderosa e inmensa guitarra, una obra maestra. Concuerdo que fue un gran año, hay muy buenas cosas que si hubiesen salido en otro año seguro estarían en el top, pero tuvieron un contrincante difícil. Esos álbumes fueron el debut The Doors, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band – The Beatles, Velvet Underground And Nico – The Velvet Underground
Particularmente los The Rolling Stones para mí no fueron tan significativos, incluso el Beggars Banquet entiendo es del ‘68
1968
THE BEATLES – WHITE ALBUM
El álbum “blanco” es diferente y tal vez por eso es el que más me gusta, tiene unas piezas para coger con pinzas como Julia, Blackbird, while my guitar gently weeps.
Mención de honor para Electric Ladyland – Jimi Hendrix Experience, In-a-Gadda-Da-Vida – Iron Butterfly todo el albúm lo va llevando de manera armoniosa hacia la última canción de “tan sólo” 17 minutos (eso si es tener libertad para grabar y producir), la primera vez que la escuché por ahí en los 90’s quedé sorprendido.
1969
Led Zeppelin-Led Zeppelin II
Este para mi, es uno de los mejores años del rock, indiscutible la primera posición, uno de mis favoritos. Ummagumma de Pink Flod es un álbum hecho no como una serie de canciones sino como un verdadero álbum, una sinfonía con diferentes movimientos y tempos parte de un solo concepto. El primer álbum de Santana con esa super portada con el León, y ese sonido de Latin Rock con full percusión que fue una gran revelación. Y In The Court Of The Crimson King – King Crimson; Almendra de Almendra, el flaco puso escena una magia en el rock latinoamericano.
1970
Black Sabbath- Paranoid
Este año fue difícil hacer menciones de honor, incluso ni Led Zeppelin III o Deep Purple in Rock, o Abraxas – Santana llenaron mi alma ese año, sin embargo en esta tarea descubrí: I am the Blues de Willie Dixon, y un poderoso álbum Ike & Tina Turner llamado Come Together que vale la pena escuchar y seguí la recomendación muy acertada de Cosmo’s Factory de Creedence Clearwater Revival que nunca había escuchado
1971
Tapestry – Carole King
Ya que no puedo elegir Led Zeppelin IV (otro de mis favoritos) para mí lo mejor de este año; me termino inclinando hacia un álbum de cantautora que demostró su gran voz y capacidad de creación. Mención de Honor para Who’s Next – The Who, Honky Dory de Bowie, además gran talento y virtuosidad con Aqualong de Jetrotull y Fragile de Yes.
1972
Machine Head – Deep Purple
No podría no premiar el gran álbum donde está el riff más famoso del rock (Smoke in the water), además con un comienzo desbordante con Highway Star. Aunque el álbum de David Bowie coincido es una genialidad, quisiera usar ese comodín más adelante
1973
Pink Floyd- Dark Side of the Moon
El de Pink Floyd un viaje desde el corazón (Speak to me) hasta la cabeza (Brain Damage) estando todo el tiempo (Time) con una profunda respiración (Breathe). Otro gran álbum para mí en ese año es Larks’ Tongues in Aspic de King Crimson.
1974
Supertramp – Crime of the century
Una de mis bandas preferidas, con gran trabajo en la armonía en la composición, esta banda a mi parecer ha sido subvalorada. Mención de honor para Queen con Sheer Heart Attack, Eric Clapton con 461 Ocean Bulevard y Sui Generis con Pequeñas anécdotas sobre las instituciones.
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