Por Mónica Adarme Monosalva
Creo que esto resume muy bien lo que pienso, cuando pienso en Alejo, alguien con lo necesario para ser feliz y hacer feliz a los demás, para pintar sonrisas a diestra y siniestra.
Alguien muy cool, pero sobre todo alguien con el valor para ser totalmente bueno en este mundo loco. Siempre pensé que tenía una sabiduría y una paz que no alcanzaba a entender, una tranquilidad que de hecho quise buscar, cuando él ya no podía contestar mis mensajes.
Siempre te recordaré y te querré Alejito, aún yéndote me enseñaste a valorar cada minuto y sobre todo a pasar más tiempo con los amigos, es cierto que hay amigos como tú que aunque no veamos en mucho tiempo seguirán en nuestro corazón y que al volverlos a ver se siente como si hubiese pasado tan solo unas horas desde la última vez… pero también es cierto, y aún más importante, que aquellos a quienes amas lo sepan… Y lo sepan de tu boca, y de tus brazos, pero sobre todo del tiempo que les dedicas.
Gracias Alejo, mi amigo, mi maestro. Que hagas felices a los ángeles con tu sonrisa, haré el firme propósito de no extrañarte y por el contrario, tenerte siempre presente en mi vida. Te quiero
Un comentario en “Gracias por tener el valor de ser feliz”