Con una altura de 2.999 metros, Tsurugidake es considerada la montaña “escalable” (sin arnés ni casco ni experiencia previa) más peligrosa de Japón. Está ubicada en la cordillera Hida o Alpes del Norte, en la prefectura de Toyama. 

Para alcanzar la cima, un viernes por la noche salimos de Tokio tres amigos en carro. Después de cinco horas de viaje, dormimos un par de horas en el parqueadero de la estación de transporte. 

En la mañana del sábado, tomamos el teleférico que nos llevaría a la represa Kurobe. La idea era escalar ese día Tateyama (a 3,015 metros de altura), pero el viento y la lluvia no nos lo permitió, así que atravesamos la cordillera por una parte más segura y menos alta. Más tarde encontramos el campamento donde pasaríamos la noche, el cual estaba ubicado en un valle formado por los brazos finales de la cordillera. Después de armar las carpas, pudimos ver la cima de Tsurugidake y saber qué nos esperaba la mañana siguiente. 

El domingo cada uno empacó una maleta pequeña y madrugó rumbo a la montaña. El camino empezó con el sendero del cangrejo que es tan estrecho que uno tiene que caminar de lado para no caer en el precipicio. Luego, apoyados en varillas y cadenas incrustadas en la montaña, escalamos varias porciones del recorrido. Al mediodía, alcanzamos la cima donde descasamos un rato, apreciamos la vista y comimos nuestros almuerzos. Luego nos tuvimos que devolver. 

Por la tarde llegamos al campamento, armamos maletas y nos devolvimos a Tokio. Antes de llegar a la ciudad, nos detuvimos para terminar el fin de semana con un baño en aguas termales y una buena comida de restaurante. Y, claro, con mucha cerveza.

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