Por Ann-Caroline Anastaze. Mamá, enamorada de los caballos, francesa de nacimiento, colombiana por costumbre
Si necesitas que te lo expliquen para que entiendas, quiere decir que ninguna explicación te hará entender
Haruki Murakami
De entrada podría decir que la historia es densa, sensata y fuerte. Tenemos a un muerto, una secta que de repente se ha llevado a una joven escritora, ganadora de un premio. En paralelo, temblamos por una historia de amor, revivimos momentos de nuestra infancia, propios de la escuela primaria, hacemos el encuentro con una persona generosa que perdió a su hija y su ira se canaliza en ayudar personas cercanas a víctimas de feminicidio, seguimos el trabajo de un detective que, muy listo, resuelve el misterio.
Son tres libros, y se puede empezar por el tercero, como hice yo.
La historia se enmarca en la inteligencia con la cual Murakami logra traducir la vida, eso es. Los tres libros relatan la vida. Por nuestra cultura, los libros que nos acompañan y nuestros pensamientos, estamos acostumbrados a tener o a construir necesidades para sentir algo. Que las historias nos pongan una situación, una situación con palabras muy precisas, muy bien escogidas. Esa simbiosis entre nuestros sentimientos y las palabras puestas en una página nos amarran a un límite de conocimientos sobre lo que uno puede sentir.
La maestría de los tres libros que componen 1Q84 radica, a mi parecer, en gran parte en que Murakami viene de otra cultura. La cultura japonesa lleva en toda su historia el respeto, el frío; no uno nórdico sino uno de sabiduría, de conocimientos de miles de años, un frío sabio; y el amor. Él no pone situaciones obvias al lector, menos aún lugares comunes. Él escribe una historia de vida. Murakami escribe y tú, como lector, vas a poder entrar en esas emociones, ese amor, esa soledad, esa ira, etc… Para explicarlo mejor, Murakami no te toma la mano diciendo cómo y qué puedes sentir, y leer, él simplemente pone las palabras y tú, con la vida que has vivido justo antes de abrir la primera página de los tres libros, vas a poder entrar en tu propio mundo de sensaciones y escribir la historia con él. Así es la buena literatura.
Supongo que es por esto que varias personas van a decir que no entendieron, o que no les gustó la historia. Debes tener la disposición de entrar en el arte en que se dispusieron las palabras escritas por un escritor, muy inteligente, muy diferente a nosotros, a nuestro tiempo incluso, y muy lejos tal vez del común de los sentimientos de la gente.
Si ya has leído a Murakami, podrás encontrar pasajes parecidos con novelas o cuentos anteriores, que tratan de los sentimientos de una manera muy similar, y eso, a mí, me pareció muy íntimo, como relación de un lector con su escritor.
El otro poder increíble de Murakami se traduce en su sensibilidad hacia los personajes femeninos y masculinos, en representar de una forma no invasiva ni adoctrinante su esencia como hombres y mujeres. Sin duda, uno reconoce la voz de la protagonista, la voz del personaje clave de la historia, la del detective, etc. Aunque esté escrito en tercera persona, uno lee como si estuvieran los personajes, ahí, moviéndose en su vida misma.
He pensado mucho en un hombre leyendo los capítulos del personaje Tengo Kawana; un hombre exitoso, sencillo, sin madre pero con un recuerdo de ella y su seno maternal, que va a visitar a su papá en su lecho de muerte, y que tiene ese amor por una mujer, desde muchos años. Esa mujer también lo recuerda y lo ama, en lo más profundo de su alma. No hay drama, no hay llantos, hay una historia de amor entre esos dos seres. He pensado mucho en un hombre que conocí, porque cualquier hombre puede ser Tengo Kawana, y cualquier mujer puede ser su madre.

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