La escucha colectiva de podcast

Emerson Erazo es médico ocupacional, fanático de los muñecos de LEGO y oyente apasionado de radio y podcasts

Cuando empecé a pensar en la escritura de esta nota, me llegó a la mente la clásica imagen de un grupo de amigos contando historias alrededor de una fogata.

Esa es una las imágenes más universales que existen, pues está en museos, revistas y libros de texto, entre otros lugares. Allí vemos a humanos de la antigüedad alrededor del fuego calentándose, cocinando alimentos y ―me imagino― contando historias de su entorno cercano y de mundos inventados. 

Tanto impacto tiene esa escena que hasta nuestros tiempos ha llegado la costumbre de reunirnos alrededor de fogatas para escuchar historias, bromas, anécdotas, chismes o el recital de música de la amiga talentosa que toca la guitarra.

En general, muchas de las actividades humanas se pueden realizar en solitario o en compañía. Y eso depende de gustos, costumbres o el acceso a la tecnología.

Hoy en día, las plataformas de contenidos nos invitan a abrir un perfil personal para escuchar canciones y crear nuestras propias listas de reproducción de videos o de podcasts. También invitan a que cada miembro de la familia tenga su propio perfil y somos recelosos cuando otra persona utiliza nuestro perfil. Incluso hemos escuchado a padres y madres decir malhumorados: “¿Quien utilizó mi perfil? ¿Quién me explica por qué el algoritmo ahora me muestra solo canciones de k-pop, me recomienda anime japonés y me sugiere videos sobre el cuidado de plantas suculentas?”. Y alguien de la familia dice sonriendo: “Disculpa, es que me equivoqué de perfil”.

Al centrarnos en la escucha de contenidos en audio, específicamente en podcast, se puede pensar inicialmente que es una tarea intencional y solitaria, pues cada individuo define cuál tema le interesa, cuál podcast escuchará, a través de qué aparato, usando cuál agregador de contenido y durante cuál actividad de su diario vivir. Y muchas veces esa escucha se hace con audífonos que le aíslan del entorno y mientras hace una tarea en solitario. 

Pero cuando algo de lo que hemos escuchado nos genera alegría, orgullo, satisfacción, nos enseña algo nuevo o incluso nos hace llorar, queremos compartir esa información con otros. Y llegamos a la oficina y le contamos a nuestros compañeros lo que hemos aprendido o lo mucho que sufrimos escuchando una historia. Hacemos lo mismo en redes sociales. Y cuando menos nos damos cuenta, medio mundo le está hablando al otro medio sobre el podcast que está escuchando. 

Esa sensación de compartir el gusto por un contenido sonoro es algo fantástico y cuando encuentras personas con quien compartirlo, te sientes feliz.

Conoce más de los clubes de escucha de Radio Ambulante aquí

Les hablaré acerca de mis experiencias con la escucha colectiva de podcast. Cada lunes por la noche me reúno con mis amigas y amigos del Club de escucha New York/Resto del mundo a escuchar el episodio que Radio Ambulante estrenará al día siguiente. 

Ese Club de escucha parece una versión reducida de una reunión de una entidad multinacional como la ONU, el G20 o algo por el estilo. Allí hay representantes de Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Brasil, China y Reino Unido. Hasta alguien se conecta desde Corea del Sur. 

Empezamos saludándonos y nos actualizamos sobre lo que está sucediendo en nuestros países y en nuestra región, y luego de eso escuchamos en compañía el episodio de Radio Ambulante y finalizamos haciendo un análisis sobre todo lo que nos produjo la historia que acabamos de escuchar. 

Cuando son historias graciosas, reímos juntos, y cuando son historias tristes y desgarradoras, nos acompañamos y juntos sobrellevamos el dolor que nos genera que hablen de esas heridas que tenemos en nuestros países. 

También existe la Comunidad de Oyentes de Peces Fuera del agua. Ese es otro grupo hermoso para la escucha colectiva de podcast del cual soy parte desde el primer encuentro. Ese día hablamos del episodio “El amor después de Patricio”, de Un periódico de Ayer, que es un podcast de La No Ficción. En la Comunidad de Oyentes nos hemos reunido a hablar la última semana de cada mes sobre diversos podcasts y hemos contado con la generosa compañía de productores y oyentes de distintos países de Iberoamérica. 

Conoce más de la Comunidad de Oyentes aquí

Definitivamente, es mucho lo que he aprendido escuchando podcast en compañía, pues los miembros del Club y la Comunidad viven a veces en el mismo lugar de donde proviene la historia y puede ponernos en contexto y con sus experiencias y experticias me han hecho ver que hay una humanidad compleja detrás de cada historia y cada personaje. Yo sobre todo agradezco a mis amigos oyentes la compañía y el soporte emocional que me dan al escuchar historias cargadas de dolor y siempre les digo que me siento en un lugar seguro escuchando podcast junto a ellos. 

Te invito a seguir escuchando tus podcasts favoritos y a buscar la forma de escuchar algunas de estas historias en compañía, porque lo bueno se comparte. 

Peces fuera del agua es un laboratorio creativo que explora y difunde narrativas digitales en el que puedes publicar tus trabajos. Envíanos tus propuestas al correo electrónico pecesfueradelagua@gmail.comSi te gusta lo que hacemos, comparte nuestras entradas con tus amigos y síguenos en FacebookInstagram y Twitter.

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3 respuestas a “La escucha colectiva de podcast”

  1. Hola mis Peces! Gracias por su newsletter. Siempre es un gusto leerlos. Quedé con la duda acerca de cómo vincularme a la comunidad de oyentes… Seguí el vínculo a la página pero no logré encontrarlo. Un saludo! Juan Manuel

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