Estoy pendiente de ti, tan pendiente que llevo casi tres días sin dormir.
Hoy creo que te vi huir, creo que me ignoraste a propósito, hace unas horas cuando al inicio me fui al bar de siempre, donde espero encontrarte siempre, pero luego fui al bar de la esquina a comprar cigarros y creí oír tu voz en el salón de atrás y me asomé para ver si eras tú.
Quizá eras tú y tal vez no me viste o te hiciste la loca y giraste la cabeza para no saludarme.
Luego volví al bar de siempre, a donde voy casi a diario para ver si logro encontrarte.
Me puse un límite: si no apareces luego de la quinta cerveza me voy; pero llegó la séptima y yo seguía ahí —soy un imbécil— hasta que decidí finalmente salir a buscarte al lugar donde creí que te había visto y tú me habías ignorado.
Entré como el caballero que pretendo ser y entonces la noche se puso muy rara. Dos conocidos me llamaron a su mesa, me gasté el dinero que no tengo y me inhalé una milonga. Y ya llevo más de tres días sin dormir.
Los conocidos finalmente se largaron, pero yo aún no perdía la esperanza de al menos verte y estar seguro de que eras tú quien me había ignorado.
Así que recorrí todos y cada uno de los bares de este barrio, pendiente, de si en algún rincón te veía, así fuera con alguien que no fuera yo.
Beat. Beat significa latido. Pero también es otra forma de querer. Son las tres de la mañana y sigo buscándote en medio de esta milonga.

Comentarios nacidos de la lectura de un texto grandioso: BEAT
Cuando sin parar leí el artículo, creí que estaba leyendo la historia de un personaje en una letra de un tango. Comprobé lo contrario, es la historia de un tango en un personaje.
“¡Soy una canción desesperada…!
¡Hoja enloquecida en el turbión..!
Por tu amor, mi fe desorientada
se hundió, destrozando mi corazón.”(1)
Así son las letras de los tangos: se construyen, padecen y viven en personajes noctívagos citadinos siempre buscando algo, unos la felicidad, otros el amor, otros la política pero siempre trascendiendo la moral actual. No quiero decir que son seres marginales, sino diferentes, por su actitud honesta frente a sí mismo y frente a la vida y… delante de la sociedad no cambian -y por eso los hace más valientes- , ya que le dicen al mundo que son de carne y hueso y por eso creen en el amor, el sexo, los placeres.
“¡Soy una pregunta empecinada,
que grita su dolor..”(1)
Este personaje no está hablando con una mujer sino que se dirige a los que los escuchan en los bares mientras bebe y para muchos parecería que es una tragedia, para otros, como yo, es la realidad cruda, dura del amor que se devela en la noche. Si no hubiese aparecido escrito el nombre del autor de este artículo, hubiera pensado que el autor fue o Discepolín ó Manzi ó Cadícamo, letristas profundos del tango y cuya letra aún no había conocido. Pero nó, el autor es un nuevo letrista de tango y ahora falta buscar la música para esa letra.
“Burla atroz de dar todo por nada
y al fin de un adiós, despertar
¡llorando!…”(1)
En esas breves líneas el autor, AS, juega con el tiempo de una vida comprimiéndola en una noche y, no habla para justificarse o ser comprendido por sus interlocutores, sino que es un grito herido que emerge desde la profundidad de su ser; cualquiera recordará como gran grito del humanismo de un filósofo europeo de la postguerra del 45: ¡dónde estaba dios cuando ocurrió el holocausto?, , y este grito no tiene nada de valor más alto que ese otro grito de la letra del tango de Discepolín “¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste?”(1), y que en el texto BEAT este grito no se escucha porque queda mudo en el licor y la noche…y tiene el mismo valor de humanidad.
“te miraba de afuera
como a esas cosas que nunca se alcanzan…” (2)
Podría decir que es un héroe anónimo, que sólo él lo sabe, ya que sufre y siente compasión cuando cae en la cuenta que “la ví huir” -el autor deja sentir que fluye entre los ojos estas tres palabras- y con gran nobleza las mitiga entre licor y milonga…,. buscando atenuar el sufrimiento, construyendo en tanto su solitariedad. “Quizás eras tú” –trepida entre sus manos esta inquietud-, ayudaría al hombre a manera de una colección de justificaciones para una siguiente vez o es el reconocimiento de saber que si era verdad?
“Solo…
¡increíblemente solo!
vivo el drama de esperarte,
hoy…” (3)
El autor deja finalmente entreabierta la ventana de atrás de la esperanza cuando afirma “aún no perdía la esperanza de al menos verte…”, ….y aquí diferente al denominador común de todos los tangos de Discépolo, aquí el hombre no es un ser condenado que arrastra todo en su caída.
Si puse apartes de tangos de Discépolo, es porque este letrista argentino de tangos siempre reflexionó sobre las experiencias del ser humano, con sus conflictos amorosos, la orfandad y soledad cuando sufre el rechazo o el olvido o el no darse cuenta de ese amor. Todo esto ubicado en la ciudad del siglo XX que modifica todo, conductas individuales y colectivas, a veces incomprendidas.
Me detengo aquí, en tanto me quedo ensimismado mirando la foto donde tras una silla vacía se ve un zapato de tacón lejano …
Quedé conmovido con el texto,……. Ha nacido un letrista?
COMENTARIOS DE UN INDÍGENA DEL CENTRO DE LA CIUDAD.
Títulos de tango de Discépolo:
(1) Canción desesperada
(2) Cafetín de buenos aires
(3) Martirio
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Si. Claro que ha nacido un letrista…!!!
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