
De la Giardia a la Luna
Afuera me espera el hombre que trae el domicilio. Ya no le permiten entrar, pues es considerado agente altamente transmisor. Lleva solo un tapabocas y me saluda con una sonrisa que puedo ver a través de sus ojos, como si hubiera obtenido inmunidad del rebaño contra el miedo. Su despreocupación me hace pensar que pertenece al universo paralelo en el que habité hasta hace cinco meses. Continúa leyendo De la Giardia a la Luna